Ya podemos hacer tadelakt en Argentina.
El Tadelakt es una técnica compleja. Una vez aprendida, es fácil. El Tadelakt no es compatible con las prisas, con la dinámica de la construcción de hoy día. Es un exquisito acabado, es un buen aislante, es una superficie increíble para la piel, es natural y ecológico. Es bello, seductor. Combinado con otros elementos o solo. El Tadelakt tiene la capacidad de frenar el ritmo alocado del mundo para adentrarse en lugares donde el cuerpo cambia de estado. Esas zonas son donde nos disponemos a bañarnos, nos disponemos a un lugar donde el calzado ideal, son los pies descalzos, o con unas pantuflas suaves. Tener un baño en Tadelakt es transportarse a Marrakech, es entrar en un lugar casi ceremonial. Tu baño pasará a ser El Baño. Del Tadelakt surgen ideas parecidas como el microcemento, pero no es lo mismo. Se puede aplicar a cualquier rincón de la casa. Está abierto a la imaginación del que lo aplica.
El Tadelakt es otro concepto. El Tadelakt se sale de los parámetros, tanto en su diseño, como en su aplicación y goce. En Marrakech se usa para todo tipo de superficies y objetos decorativos.
Aprender Tadelakt es el sumun de un artesano aplicador. El Tadelakt es un mundo.
Y ahora en Suramérica ya podemos disponer de este arte y este material tan ancestral como actual.
Dos años de investigación nos ha llevado tener este privilegio, sin tener que importar materias primas de Marruecos y así evitar el impacto ecológico que se está generando en las minas por la alta demanda en Europa y EEUU. El modo de trabajo es el mismo que el que se desarrolla con la cal de Marrakech. Así, sin agregados artificiales, el tadelakt suramericano permite a los amantes de las artes y estucos, disfrutar de este arte milenario.
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